lunes, 20 de abril de 2009

GP F1 de China 2009. Mi crónica.

Interrumpo brevemente la crónica del viaje a Camboya, para poner un post de reciente actualidad...

Una de las cosas buenas que tiene vivir en Shanghai (como en Barcelona), es la cantidad de eventos deportivos de primer nivel que se llevan a cabo en la ciudad. Además por lo general se pueden conseguir entradas a precio razonable, por lo que este año no pude dejar pasar la oportunidad de asistir a mi primer Gran Premio de Formula 1 en directo. Las fotos no son de la mejor calidad, pero con la luz que había y mi calidad como fotógrafo poco más se puede hacer...

Este fin de Domingo, nos juntamos varios amigos para asistir todos juntos al GP y de paso hacer algo un poco diferente a lo que estamos acostumbrados. Ya hacía un par de semanas que nos habíamos comprado las entradas más baratas, las del sector J, al razonable precio de 380 RMB y además nos habíamos alquilado una furgoneta con chófer para todo el día, para así evitar los agobios de ir y luego encontrar taxi para volver.

Después de que nuestro chófer se perdiese, no encontrase la entrada al parking y nos diese la impresión de tener menos luces que el cuarto oscuro de un bar de ambiente... Acabamos por llegar al circuito a escasos 15 minutos de que empezase la carrera.

Para colmo de males ya estaba lloviendo bastante y cuando llegamos a la puerta de acceso del sector J, el amable policía nos dijo que esa puerta ya estaba cerrada. Que teníamos que ir a la entrada del sector K y luego volver hacia atrás por el interior del circuito hasta el sector de nuestras entradas, si esto es algo bastante incompresible, pero este tipo de "organización" es el día a día en China.

Cuando por fin conseguimos acceder al interior del recinto ya estaba lloviendo a mares y con el cabreo que llevábamos, porque la carrera estaba a punto de empezar, tiramos directamente hacia la zona de gradas cubiertas.

Uno de los policías que estaban controlando el acceso a las gradas por las escaleras hizo un medio amago de ir a preguntarnos a dónde íbamos, pero como ni nos dignamos a mirarle e íbamos todos obcecados hacia adentro, como si de verdad fuese esa nuestra grada al final ni se inmutó.

Una vez dentro buscamos un par de sitios libres, sacamos nuestra bandera española



y directos a ver la carreras desde una de las zonas en las que la cosa estuvo más interesante.



Después del Warm Up empezó la salida lanzada con el Safety Car



Una putada que Alonso tuviese que entrar a Boxes justo antes de que se retirase el Safety, porque la verdad es que la estrategia con buen tiempo, no me hubiese parecido mala, pero después de ver como se se puso a llover, la estrategia de poca gasolina y neumáticos blandos para la clasificación, se fue al carajo.

Aquí vemos a Alonso trazando finísimo la curva. La mayoría de los coches salían derrapando y contravolanteando... Alonso iba sobre raíles.



Aquí podéis ver la cantidad de agua que levantaban los coches un poco antes de que volviese a entrar el Safety Car otra vez





Afortunadamente pudimos ver unos cuantos adelantamientos de Alonso en la curva.



Atención a la forma tan diferente de trazar, y el Ferrari de Massa al fondo sobre la grúa.



Al final acabó la carrera como todos sabéis, Vettel 1º, Webber 2º, Button 3º... y Alonso 9º, pero desde el circuito y desde la zona en la que estábamos se vio una carrera muy emocionante, aunque los últimos 15 minutos podían haber sobrado.

Como anécdota final de la carrera, deciros que en la última vuelta, cuando se están yendo para Boxes, estábamos con una bandera española agitándola cuando pasó Alonso y él sacó la mano del coche para saludarnos... Debíamos ser de los pocos que aún quedábamos en las gradas y no habían salido pitando para ver la entrega de premios o marcharse para casa antes de que hubiese mucho tráfico.

Un amigo nuestro estudió con una de las periodistas de TV3 que siguen el campeonato, y ella nos dijo que nos acercásemos hasta los boxes, que en cuanto acabase la rueda de prensa se reunía con nosotros...

Teníamos que cruzar por varios túneles interiores y con nuestra cara bonita utilizamos la misma técnica de antes... mucho morro y a tirar para adelante todo decididos... Menos mal que ya vamos conociendo a los locales y aquí ser extranjero es una ventaja... pasamos 4 controles sin que apenas nos dijesen nada y allí donde nos intentaban decir algo, le soltábamos 4 fases rápidas en inglés y no nos deteníamos, por lo que el segurata, se quedaba un poco sin saber que hacer y al final no nos decían nada... Por lo que al final conseguimos llegar hasta justo la entrada trasera de los boxes.

De aquí si que ya no pudimos pasar. Los que estaban en la puerta era gente con algo más de responsabilidad y ya hablaban inglés, por lo que sin requetecomprobar la tarjeta de identificación (que no teníamos) no dejaban pasar... Pero no hubo problema. Llamamos a nuestra amiga y le dice al segurata enseñándole su tarjeta... Eh! que esos vienen adentro... y el mismo chico que antes se puso todo borde no nos puso ni una pega por lo que entramos directamente a la parte trasera del pitlane, donde todos los equipos ya tenían la mitad de los boxes desmontados...

Una vez allí dentro ya nos movimos un poco a nuestro aire. Pasamos por el túnel que lleva directo al pitlane y allí estuvimos paseando y echando un vistazo a los boxes de los equipos... Mientras no molestásemos a los que estaban allí trabajando no nos pusieron ninguna pega.

Esta es la vista general del Pitlane



Aquí el box de Alonso



El taller de Renault, con los trapecios de suspensión ya desmontados



O los alerones delanteros de FAlo



El Box de Ferrari



Y el coche de Massa medio desmontado mientras los mecánicos trabajaban sobre él







Aquí tenemos el parque cerrado, con todos los coches que terminaron la carrera y los inspectores de al maFIA controlando el tema.







Luego volvimos hacia la parte trasera de los Boxes ya allí pudimos ves como RedBull festejaba su triunfo.

La llegada de los pilotos



Y el champagne



Luego ya tocaban más entrevistas a los campeones



Con los periodistas de La Sexta por medio incluidos



Para terminar "colándonos" dentro del Box de RedBull para ver la celebración con los mecánicos e ingenieros





O incluso cotillear en la nevera o ver lo que habían comido, con el armario de los cascos al fondo.



Ya como despedida una fotillo de grupo con Webber (Vettel estaba un poquillo más ocupado)



Para terminar marchándonos, pero no sin antes echarle un vistazo a los SL63 AMG que utilizan como Coche de Seguridad y Coche Medico... Los tenían encendidos y sonaban de auténtico vicio.





La verdad es fue una situación increíble... algo que sin lugar a dudas es prácticamente imposible de hacer en Europa o en otros países del Mundial... pero "This is China!!!!"

Y bueno... aún podía haber sido mejor, ya que la amiga periodista nos dijo que nos podría pasar a la fiesta post carrera que se celebraba en el centro de la ciudad. Yo tal vez haya dejado pasar una oportunidad que no se volverá a repetir, pero al final no fui (con la mojadura y que me quedaba a una hora de casa, no me apetecía nada), pero mis amigos me han dicho que fue una fiesta realmente VIP y que estar tomándote tus cubatas con los pilotos la verdad es que tiene su punto simpático...

Ahora mismo me arrepiento un poco, pero bueno, que me quieten lo bailado, a mi me motiva lo suficiente poder haber vivido mi primer GP de F1 tan de "cerca".

jueves, 16 de abril de 2009

Viaje Camboya y Tailandia. Dia 4.

En primer lugar quiero pedir disculpas por haber tardado tanto en actualizar… Pero cuando tienes más de 800 fotos y solo tienes que seleccionar unas 30 como mucho para colgar en el blog, (que al final en este post se han quedado en algo más de 40) pues como que va dando bastante pereza la cosa, hehehe… y dicho esto vamos al lío…

Tras casi 5 horas de viaje por carreteras nacionales camboyanas, en las que todo sea dicho todos nos dejamos caer en los brazos de Morfeo puesto que el cansancio ya empezaba a hacer mella en nosotros…




Acabamos llegando a Siem Reap, la segunda ciudad más importante de Camboya y además la más turística, ya que cerca de ella se encuentran los templos de la cultura Jemer de Angkor.

A pesar de haber llegado a eso de las 10 de la noche a la ciudad, nuestro shifu (maestro en chino, pero que se utiliza también para llamar a los conductores de taxi… vendría a ser algo asó como “jefe”) se empeñó en dar vueltas por la ciudad durante algo más de media hora buscando la dirección del Guest House donde nos íbamos a alojar… Cuando ya estábamos a punto de matarlo, porque el tío no quería llamar por teléfono para que le indicasen la dirección acabamos por encontrar la calle, por lo que se libró de un par de collejas de milagro.

Tras registrarnos en el Guest House, propiedad de un italiano que había estado viviendo en España durante unos años nos fuimos al centro en busca de algún lugar que aún estuviese abierto, para poder cenar algo.

Tras sortear varios conductores de tuk tuk que no hacían mas que ofrecernos “ladys” acabamos cenando en una pizzería francesa en la que no estaba nada mal la comida.

Cuando nos volvíamos para acostarnos aprovechamos para reservar un tuk tuk, para que viniese a recogernos a las 5 de la mañana del día siguiente para así poder ir a ver el amanecer desde los templos de Angkor. Si no vas a ver el amanecer puedes conseguir un tuk tuk por 15 USD todo el día… pero al venir el hombre tan temprano a recogernos pagamos 20 USD.

Al final acabamos acostándonos a eso de la 1 de la madrugada y a las 5 de la mañana ya estábamos como un clavo esperando a que llegase nuestro tuk tuk.

Tras unos 20 minutos de trayecto en medio de la oscuridad



E ir pasando algo de frío acabamos llegando a Angkor Wat, donde ya nos esperaba una manada de jóvenes camboyanos ofreciéndonos desde agua a café caliente, además de otros cientos de personas que habían venido como nosotros a ver el amanecer.

En cambio nosotros, aconsejados por el dueño del Guest House, nos fuimos al templo de Phnom Bakheng, que normalmente suele ser el preferido para ver la puesta de sol, ya que es el único que se encuentra sobre una montaña.

Cuando llegamos aun era noche cerrada y el camino entre los árboles y arbustos en plena oscuridad y sin nada que nos alumbrase para poder ver por donde pisábamos se nos hizo algo complicado, pero tras alrededor de 15 minutos de subida en la oscuridad acabamos llegando a la cima.

Allí solo nos esperaban 5 o 6 pequeños grupos de 2 o 3 personas, por lo que se respiraba tranquilidad e invitaba a la relajación mientras esperábamos a que el sol apareciese por el horizonte.



Poco a poco pudimos ir viendo el templo en el que nos encontrábamos





E incluso descubrir como entre la niebla y la jungla asomaban las tres torres principales de Angkor Wat. Donde la mayoría de la gente esperaba para ver el amanecer





Cuando por fin se hizo bien de día decidimos que ya era momento de cambiar de templo, pero tras bajarnos de lo alto del templo, la luz anaranjada contra las rocas le daba un aspecto increíble al templo, por lo que nos entretuvimos a sacarle un par de fotos más para recordar el momento.





Al llegar al pie de la colina nos esperaba nuestro nuevo shifu con su tuk tuk y tras consultar el mapa nos dirigimos hacia otro de los templos más importantes del complejo Bayón, famoso por sus caras esculpidas en las torres del templo.



De camino hacia Bayón entramos por las puertas de Angkor Thom, la antigua ciudad amurallada, por un camino escoltado por grande figuras de piedra esculpida



Y a los 5-10 minutos llegamos al templo, que además resulto ser uno de los más grandes y con más habitaciones.





Aquí podemos ver algunos de los detalles de las enormes caras esculpidas en los torreones





Además el interior del templo resulto ser casi laberíntico





Pero no os penséis que los templos se encuentran abandonados y solo disponibles para los turistas. En muchos de ellos se pueden encontrar budas o monjes rezando





Terminada la visita a este templo se impuso una parada técnica para ir a desayunar, pues ya eran sobre las 10 de la mañana y aun no habíamos comido nada desde que nos habíamos levantado.

Nos dirigimos a la zona de “restaurantes” donde nos asaltaron cientos de niños ofreciéndonos todo tipo de souvenirs. Desde imanes con la imagen de Angkor Wat hasta Lonely Planets de Camboya tan fakes como las que puedes encontrar en China, si no más…





El momento curioso fue cuando mientras desayunábamos un grupo de niños que no tendrían más de 8-9 años nos preguntaron en un inglés casi perfecto que de dónde éramos y al decirles que éramos de España, nos contestaron… Ah si… Madrid, Barcelona, Zapatero… Os podéis imaginar la cara con la que nos quedamos al escuchamos nombrar al presidente de las Hispanias… Para que luego digan que ZP no es conocido en el extranjero…

Una vez acabado el refrigerio nos fuimos hacia Phimeanakas,



Que es un templo que es muy utilizado por los budistas… De hecho no pudimos resistir la tentación de prender una varilla de incienso en la cima del templo.



Eso si, después de haber disfrutado de las vistas desde la altura, viendo como los arqueólogos prosiguen con los trabajos de restauración de los templos.



Siguiendo la ruta que nos habíamos marcado y a menos de 5 minutos andando desde este templo llegamos a la terraza de los elefantes, que es un de 350 metros de largo lleno de figuras de elefantes y que el antiguo rey utilizaba para hacer grandes audiencias o presidir los desfiles de las victorias.





Y desde allí directos en tuk tuk hacia Ta Keo que es un templo inacabado con unas escaleras realmente empinadas. De hecho en uno de los laterales vas prácticamente escalando con los pies y con las manos al mismo tiempo para poder llegar a la cima.



Tras un breve descanso en la cima, nos dirigimos hacia otro de los más famosos templos de Angkor, Ta Prohm y su templo cercano Preah Khan, muy famosos porque han sido invadidos por los árboles de la jungla, destrozando muchos de los muros o incluso creciendo sobre ellos.











Aquí por desgracia nos encontramos con toda la gente que veía haciendo el recorrido al contrario que nosotros, es decir viendo en amanecer en Angkor Wat y el anochecer en Phnom Bakheng, por lo que no pudimos hacernos una foto como Dios manda en uno de los sitios más famosos de este templo, la puerta rodeada de raíces y que además aparece en una de las películas de Tomb Raider.



Pero bueno, aún así gracias a un guía local al que le pagamos 3 USD para que nos enseñase los mejores “spots” del templo conseguimos saltarnos la cola y hacernos una fotillo medio decente en la puerta.



Aquí tenemos a nuestro simpático guía



Que entre otros detalles como esta cara labrada en los muro, atrapada por los árboles



También nos enseño una sala con una resonancia muy especial. Al darte un golpe en el pecho, se creaba una especia de GOOONNGGGG amplificado en la sala debido a la forma cónica del techo. Aquí nos podéis ver probando la curiosidad sonora de la sala.



Y después de este templo, ya solo nos quedaba por ver Angkor Wat, de los templos grandes, así que decidimos dar una paseo por los pequeños templos que están casi derruidos en su mayoría o bien en vías de rehabilitación, para finalmente ir a comer algunas de las especialidades locales.





Una vez descansados, con el estómago lleno y energías renovadas nos dirigimos hacia Angkor Wat, para acabar entrado por su parte trasera, que tal vez no sea tan espectacular como la principal, pero no deja de tener su encanto.





Y tras un buen paseo por su interior y ya algo cansados de ver tanta piedra, decidimos que era el momento de marcharnos antes de que se hiciese de noche, para así poder cenar a una hora decente e ir a visitar el mercado nocturno de Siem Reap, pero no sin antes dar una mirada atrás, para ver el templo con su lago en todo su esplendor



Acabamos llegando al Guest House alrededor de las 7 de la tarde con mucho cansancio acumulado, por lo que decidimos darnos una buena ducha y dormir una horita antes de ir a cenar.

Ya en el centro de Siem Reap, aprovechamos para ir a darnos un masaje a aliviase un poco el dolor de nuestros cansados músculos para luego ir a cenar, esta vez a uno de los restaurantes que recomendaba la Lonely Planet, que la verdad no estaba mal, pero creo que comimos mejor y más barato en Angkor.

Además aprovechamos para informarnos de cómo podíamos hacer para llegar a la frontera con Tailandia y al final nos decidimos por hacer un trayecto en barco que salía a las 8 de la mañana y que hacía un trayecto de unas 6 horas a través de la jungla en dirección a Batdambang para desde allí ir en bus hasta la frontera.

Una vez cenados aprovechamos para ir al famoso mercado nocturno de Siem Reap, donde compramos alguna parafernalia camboyana, camisetas, aceites balsámicos o pantalones tradicionales, para acabar llegando al Guest House de nuevo a eso de la 1 de la madrugada completamente exhaustos.