Esta semana se me rompió uno de los escasos platos con los que cuento. Podría haber ido al Carrefour a comprar otro, que además seguro me hubiese salido más barato, pero como soy un poco pijo, me jodía tener un plato diferente a los demás, así que decidí pasarme por el IKEA para comprar el repuesto y de paso otro tazón de desayuno, por aquello de tener otro de recambio, pues solo había comprado uno, cuando me instalé en el apartamento.
Como esta vez iba a tiro fijo y con tiempo me di cuenta del ENORME restaurante que tiene montado IKEA dentro de su centro comercial. Yo ya sabía que tenían su cafetería o pequeño restaurante en el que poder tomar algunas de las delicias suecas, pero me sorprendió ver que aquí había al menos tanta gente, sino más cenando en el restaurante de IKEA, que sentados en sus sofás o haciendo cola en las cajas... Aquí podéis ver lo que sería el restaurante desde dentro...
Y aquí toda la fachada desde el exterior. Eso que veis todo iluminado en el primer piso, es el restaurante de IKEA, que además de ser enorme estaba abarrotado. De hecho hasta vi familias comiendo todos en el IKEA.
Creo que puedo imaginarme el por qué de esto. Me imagino que los precios serán bastante económicos, porque de hecho yo cuando salía me encontré el puestecillo este de “perritos calientes” y como ya eran las 7 de la tarde y viendo que por 50 cnt de € podía comerme un perrito y refresco...
Pues no me lo pensé. Me agencié uno, que si bien, no fue el mejor perrito de mi vida, en relación calidad precio, sin duda ha sido el mejor, y no creo que pueda mejorar eso en muuuuucho tiempo.