viernes, 22 de agosto de 2008

Como un topo 2

Como os comenté en el post anterior, tuve la mala suerte de que se me rompiesen las gafas estando en China, por lo que si no es suficiente “aventura” un día normal en esta gran ciudad que es Shanghai, además he tenido que enfrentarme a tener que comprar unas gafas graduadas en el gigante asiático, con todo lo que ello conlleva, que básicamente es que no te fías un huevo de que los cristales tengan una calidad aceptable y que la graduación que te pongan sea la correcta, no te de dolores de cabeza o te deje más ciego de lo que ya estás (al menos en mi caso).

En un foro de expats (www.shanghaiexpat.com), que suelo visitar cada vez que quiero buscar algo concreto o saber un precio de referencia de la ropa en los “Fake Markets”, encontré que hay una especie de “supermercado” de gafas en la estación del metro de North Shanghai Railway Station (Linea 1). Estuve preguntando también a mis amigos españoles de aquí y uno de ellos, que ya lleva bastante tiempo aquí, también me confirmó lo de este mercado de gafas, así que para allí me fui este lunes nada más salir de trabajar, con mis gafas en la mochila y las lentillas puestas.

Cuando llegué allí, salí de la estación y por un momento pensé que me había equivocado, porque no había nada más que la típica plaza de cemento cutre de las afueras de Shanghai... Pero a los 4 pasos, me encontré con un cartelito que ponía “Big Eyeglasses Market” que indicaba hacia un callejoncito con unas escaleras que descendían tras un giro de 90 grados... Y allí lo encontré. Una especie de mercado, como los de España, donde puedes ir a comprar fruta, verduras, carne, pescado, pan... pero solo que en este caso era única y exclusivamente de gafas. Como os podéis imaginar la competencia es enorme y cada vez que pasas por delante de una de las tiendas te asaltan con que si pueden ayudarte y tal... Lo que puede ser bastante estresante a no ser que ya vayas mentalizado para lidiar con los vendedores como si estuvieses en el Gran Bazar de Estambul.

En casi todos los sitios tienen a alguien que habla inglés o que por lo menos son capaces de entenderte en el idioma de la Reina Madre, por lo que aunque seas extranjero no es demasiado complicado ir de “compras”... Además si en alguna de las tiendas no tienen gente que hable inglés, no hay problema... Tienes chopocientas más donde elegir...

Es cierto que no en todas las tiendas tienen gafas de “marca”, por no decir que en casi ninguna tienen y si tienen, no las tienen en los expositores, sino que las tienen en los cajones y que muchas de las monturas son de una calidad cuanto menos “dudosa”, pero con un poco de paciencia puedes ir visitando todos los expositores y después de probarte unas doscientas monturas encontrar alguna que te guste...

Extrañamente el mercado cierra a las 7 de la tarde, al menos por la semana y digo extrañamente, porque aquí lo normal es que todo esté abierto hasta las 10 de la noche, por lo que no tuve demasiado tiempo para buscar y cuando me di cuenta la mitad de los puestos ya estaban cerrando y “maldita” la casualidad, que fui a encontrar una montura que más o menos me gustaba (aunque muy parecida a la que ya tenía) en una tienda en la que no hablaban un puñetera palabra de inglés... (las leyes de Murphy están aliadas conmigo, jejeje)

Una vez seleccionada la montura que quieres, el proceso es bien simple. Les dejas tus gafas viejas un minuto y con un aparato miden la graduación de las gafas. Además también tienen la típica máquina de óptica con la que pueden graduarte la vista y comparar con la graduación actual de tus gafas. Este método no es el más preciso del mundo, pero como yo con las gafas que tenía veía bien, me arriesgué a que me hiciesen unas gafas copiando la graduación de las que ya tenía. Luego te dan a elegir entre varios tipos de cristal. Yo quería ultrarreducidos, que creo que son indice 1.67 o algo así (por algo que leí en internet), pero solo me pudieron ofrecer cristales con índice 1.55 o 1.60, por lo que escogí los segundos ya que me urgía bastante el tema y la mayoría de las tiendas ya estaban cerradas. Como la montura que elegí es bastante gordita, disimula bastante bien el grosor del cristal, pues tampoco me importó demasiado.

En la trastienda tienen una máquina para preparar los cristales y un chino allí trabajando, por lo que como por arte de magia, a los 15 minutos, ya tenía mis D&G graduadas listas para llevar por solo 38€. Seguro que no son la mejor calidad del mundo mundial, pero os puedo asegurar que veo perfectamente con ellas y sinceramente por ese precio, no creo que encontrase algo similar en Europa ni de puñetera coña!!! De hecho me están dando ganas de volver otro día con más tiempo y comprarme un par de gafas más para conjuntar con la ropa que lleve, jejeje.

PD: Edito con unas fotos de las gafas a petición popular... como podréis observar están muy bien acabadas, e incluso la zoa de las bisagras tiene muy buena calidad.