Ya en otra ocasión os había hablado sobre mis desventuras en los bancos chinos y sobre como la falta de iniciativa o lo cabeza cuadradas que pueden llegar a ser los chinos puede llegar a desesperarte.
Desafortunadamente esto es algo con lo que al final tienes que lidiar día a día y que a pesar de llevar ya bastante tiempo aquí es algo a lo que sigue siendo imposible acostumbrarse. Es algo realmente difícil de explicar si no lo has vivido en persona y de hecho muchos de los problemas que la gente que es enviada por sus empresas a trabajar en China es esa falta de comprensión por parte de sus responsables que se quedan en España sin haber pisado jamás este país.
El hecho de que reuniones que en España durarían no más de media hora y aquí se conviertan en reuniones de 2 o 3 horas, temas que llevaría cerrarlos en España uno o dos días en China se convierten en una semana o 10 días… hacen que sea muy complicado a nivel laboral desarrollar cualquier actividad en China, porque desde fuera se exigen resultados que parecen factibles, pero que debido a la propia forma de trabajar china hacen que sean imposibles de cumplir en los tiempos establecidos.
Muchos podrían pensar que el principal problema que afecta es la barrera idiomática, que sin lugar a dudas afecta, pero mucho más allá de eso lo realmente complicado es que por el propio sistema de educación en el que prima la adquisición de conocimientos a través de la repetición y en el que la creatividad está muy limitada y el “protectorado” que el gobierno ejerce sobre la población, un protectorado en el que la mayoría de la población, a pesar de las discrepancias que puedan tener con el gobierno y al corrupción que le rodea, confían plenamente a la hora de sacarles las castañas del fuego en caso necesario hacen que sea prácticamente imposible encontrar a alguien capaz de “think out of the box”, de mostrar la más mínima capacidad de raciocinio o de utilizar la lógica para solucionar problemas a los que nadie les ha dado la solución con anterioridad, de ahí que hacer entender a un chino algo que no ha visto jamás, de hacerles entender que una idea es mejor que otra o simplemente convencerlos de que las soluciones que utilizan, a pesar de funcionar, no son adecuadas sea una tarea realmente ardua.
Yo he llegado a tener reuniones en las que a través de razonamientos lógicos, revisando paso a paso las consecuencias de cada acción y preguntando si estábamos de acuerdo en la decisión tomada en cada caso para llegar a una conclusión acordada por todos… al llegar a este punto y todo el mundo estar de acuerdo en cómo habíamos llegado a él, tener que volver a empezar porque cuando llegábamos a la solución que ellos desconocían (y a la que yo quería llegar) su respuesta siempre era… ya pero es que eso no se puede hacer porque… 1 el procedimiento no lo permite, 2 eso no se hace así, 3 eso no es factible… o cualquier otra excusa que nos hacía volver al ppio de la discusión, porque a pesar de haberlos guiado a través de todo el proceso de decisión lógica, al poner todo el paquete de decisiones juntos, no eran capaces de procesarlo y no lo entendían.
Y a que viene todo este ladrillo introductorio??? Pues a que la semana pasada me he vuelto a dar de bruces con mis amigos del Bank of China y a pesar de muchas veces me creo que ya sé de qué pie cojean mis compatriotas, hay días en los que uno se levanta y tener que lidiar con estos temas con la paciencia y perseverancia que requiere hace que sea imposible, que me enerve y me hierva la sangre ante la dificultad que entraña realizar la más simple de las tareas como puede ser cambiar dinero de €uros a RMB… Pero bueno, para no hacer demasiado largo el post, la historia en particular la dejo para dentro de un par de días y así manteneros a la expectativa.