Si hay algo que realmente odio en China es tener que hacer cualquier tipo de trámite minimamente burocrático, porque esto normalmente equivale a rompedero de cabeza y pérdida de tiempo. Por desgracia esta semana mi tarjeta de débito dejó de funcionar, por lo que hoy tuve que ir al banco para intentar solucionar el tema.
Las dos últimas (y únicas) veces que tuve que ir al banco ya habían sido un preludio de lo que hoy me podía encontrar hoy, por lo que ya iba más o menos prevenido, pero al final, no solo mis expectativas se vieron cubiertas, sino que ampliamente superadas.
Como siempre nada mas entrar tienes que buscar la maquinita en la que coger número para que te atiendan, en función de los trámites que quieres realizar.
Una vez comprobado el número, a esperar a los bancos mientras las pantallas van avisando de que las personas que están delante tuya pueden ir acercándose hasta la ventanilla en cuestión...
Una vez llegados a la ventanilla empieza la guerra.
Yo: Hola, mi tarjeta de crédito no funciona en el cajero, creo que la banda magnética está estropeada.
Señorita: Puede darme la tarjeta.
Yo: Aquí la tiene.
La amable dependienta coge mi tarjeta y empieza a pasarla por el lector de tarjetas que tiene en el mostrador a diferentes velocidades. Primero normal, luego rápido, más rápido. Ahora lento, otra vez normal... Después de varios intentos coge la tarjeta y me dice;
Señorita: Disculpe señor... Su tarjeta está estropeada. La banda magnética está rota.
Yo: emmmm, ya. Por eso estoy aquí. Ya se que mi tarjeta está estropeada.
Señorita:....
Yo:...
Señorita:...
Yo:... Errr... Podría pedir otra tarjeta...
Señorita: Si, puede recogerla en 7 días en su sucursal...
Yo: Y no podría recogerla aquí? Es que ahora vivo aquí al lado, y la sucursal donde se abrió la cuenta queda muy lejos...
Señorita: Eh... Si, en 7 días puede recoger la tarjeta..
Yo: Aquí
Señorita: Errr... Si bueno... puedo pedir que la entreguen aquí.
Yo: pues muchas gracias
Señorita: Por favor deme su pasaporte y 5 RMB para pedir su nueva tarjeta...
La señorita se pasó 5 minutos rellenando formularios, haciendo varias copias de mi tarjeta vieja y pasaporte y acabó dándome 3 recibos con los que debía volver al fin de semana siguiente, junto con mi pasaporte para que me diesen la nueva tarjeta.
Pues bueno, parece que no había sido tan difícil, pero claro, ahora no tengo tarjeta y estamos a sábado por la mñn. Ya he consumido todo el cash que tenía durante toda la semana anterior y además estamos a inicio de fin de semana, por lo que necesito algo de efectivo, así que vamos a la segunda fase.
Yo: Disculpe, podría darme 1.000 RMB en efectivo?
Señorita: Perdón, quiere saber su balance?
Yo: No, lo que quiero es que deduzca 1000 RMB en el balance de mi cuenta y que me de el dinero en efectivo.
Señorita: Señor, no puedo hacer eso. Su tarjeta está estropeada.
Yo:
Ya, eso ya lo se, por eso estoy aquí y no en el ATM (cajero). Usted puede comprobar el balance de mi cuenta en su ordenador, no?
Señorita: Si, ¿quiere saber el balance de su cuenta?
Yo:
No, lo que yo quiero es que usted me de 1000 RMB en efectivo...
Señorita: Pero señor, su tarjeta no funciona en mi lector, por lo que no puedo hacer ninguna transacción. Tiene que esperar 7 días a que llegue su nueva tarjeta.
Yo:
Me esta diciendo que usted no puede darme "MI" dinero, porque mi tarjeta no funciona?
Señorita: Emm, Si...
Yo: Y no puede usted hacer la deducción de forma manual, en la misma pantalla de su ordenador en la que puede consultar el balance de mi cuenta y darme dinero en efectivo?
Señorita: ¿Como? De forma manual???
Yo: Si, usted escribe en su ordenador que mi cuenta tiene 1000 RMB menos en le balance final y usted me da esos 1000 RMB en efectivo...
Señorita:
Llegados a este punto de la conversación, mi dependienta empieza a discutir en chino con la cajera que estaba a su lado durante 30 segundos, más o menos, para volver a mirarme y decirme;
Señorita: No, si tarjeta no puedo darle dinero. Tiene que esperar 7 días por su nueva tarjeta.
Yo: Señorita... No puedo estar 7 días sin tarjeta ni dinero... No lo entiende?
Señorita: Bueno... y si en vez 7 días, son solo 3?
Yo: Bueno... pues si son solo 3 veré como me apaño...
Señorita: Deme su número de teléfono y en cuanto llegue su tarjeta, le llamamos para que pase a recogerla...
Yo: OK. Gracias...
Señorita: Ok, adiós
Aunque esta conversación pueda parecer de coña, esto es más o menos el día a día en en las relaciones con los chinos. Debido a la educación basada en el aprendizaje a base de repetición que reciben, salvo contadas excepciones, son personas absolutamente carentes de creatividad o capacidad de solucionar problemas. Cuando algún problema aparece, si no se han enfrentado antes a él y alguien le ha dado la solución a como superarlo, por lo general se quedan bloqueados. Se agarran al procedimiento como un bebé hambriento a un biberón y es realmente difícil conseguir que piensen por ellos mismos para intentar salir de un callejón, que en la mayoría de las veces, no tiene salida.
Enfrentarse a ellos e intentar buscar una solución suele acabar en la mayoría de las veces, con un importante cabreo personal, con un chino que no te entiende y que no entiende por que reaccionas de esa manera y que la próxima vez que tengas que hablar con él intente despacharte lo antes posible "sin perder la cara", pero sin que le vuelvas a montar otro pollo... y lo que es peor... con el problema sin solucionar.
En mi trabajo ya estoy más o menos acostumbrado y después de más de un año trabajando con ellos , ya he aprendido a manejarme las situaciones diarias y a forzarlos a buscar soluciones, a que investiguen por su cuenta, a que aprendan a equivocarse, que es su mayor miedo y por el que se agarran a cualquier procedimiento para bloquear cualquier posible solución y que sean personas más resolutivas, que es algo fundamental, sobre todos cuando trabajas en ingeniería...
En fin,... que me encanta vivir aquí, cada día descubro pequeños detalles que me enamoran, pero todo esto no quita que muchas veces siga deseando volver a Europa, donde los simples procedimientos, son eso... simples y no una batalla en la que normalmente, siempre acabas perdiendo...