Aunque Harbin es la décima ciudad más grande de China, hablar de ella salvo que sea con alguien que lleva una buena temporada viviendo en China solo suele traer caras del tipo no tengo ni idea de donde está esa ciudad.
Curiosamente y aunque no lo sepáis, una vez al año Harbin aparece en prácticamente todos los telediarios españoles en una de esas noticias “deja vú” tipo, “la primavera ya está aquí, las alergias se disparan” o “se acaban las vacaciones, bienvenido síndrome post-vacacional” o “cambio de hora, gente con trastornos del sueño a punta pala acudiendo al psicólogo”… Pero de la noticia a la que yo me refiero y por la que Harbin en mundialmente conocido al menos una vez al año es a que “en un lugar remoto en el que hace mucho frío han montado una ciudad de hielo”.
Seguramente, ahora que lo comento y si sois de los que seguís los telediarios de forma habitual, os suene esa noticia. Pues bien, ese lugar helado e inhóspito, donde la gente no tiene mejor cosa que hacer que ponerse a cortar bloques de hielo para hacer esculturas ha sido mi lugar de residencia desde hace algo más de un año y 9 meses.
El Festival de Hielo es uno de los “must see” de Harbin y por ello, junto con el Tiger Park uno de los reclamos turísticos más importantes de la ciudad, que dicho sea de paso, tampoco tiene demasiadas cosas más que ver que merezcan la pena el viaje hasta aquí.
Normalmente la duración del festival es de solamente 2 meses, Enero y Febrero, puesto que durante Diciembre es cuando el río se congela y por tanto pueden extraer de él los bloques necesarios para las construcciones y en Marzo la temperatura empieza a ser demasiado elevada como para comprometer la seguridad de las gigantes estructuras de hielo que forman el Festival.
El festival se encuentra a las afueras de la ciudad por lo que si no quieres ser timado al regreso o morir en la calle congelado lo más recomendable es alquilar un coche o furgoneta por un par de horas y por supuesto ir perfectamente preparado para soportar temperaturas de -20ºC durante las dos o tres horas que te puedes pegar de paseo por el recinto. Es decir, llevar más capas que una cebolla, gorros, orejeras, guantes, máscaras faciales completas, calcetines gordos y botas térmicas….
Todo lo que se os ocurra probablemente no sea suficiente para sentir lo que es frío de verdad e inevitablemente en algún punto de la visita, tendréis que sucumbir y pasearos por alguno de los cafés habilitados dentro, en el que os timarán y vaciarán vuestra cartera, pero que gustosamente pagarás por el simple hecho de poder entrar en calor.
Ya desde lejos es fácil identificar en donde se encuentra el festival, ya que las luces en el cielo hacen que se vea desde varios kilómetros pero no por ello la llegada y la vista desde el parking es menos espectacular.
Una vez pagados los 280 RMB que cuesta la entrada puedes empezar a pasear y disfrutar de las gigantescas esculturas de hielo construidas para la ocasión.
Si en vez de caminar prefieres algo más cómodo también tienes la opción de hacer la ruta en carros de caballos. Un opción más romático/bucólica, pero que también se paga a precio de oro.
Por supuesto no todo son grandes super estructuras también las hay más pequeñas, que incluso copian elementos reales como esta con forma de templo
Molinos de viento al más puto estilo Don Quijote
O la omnipresente “Harbin Beer”, una de las más famosas dentro de China y siempre visible en cualquier evento de la ciudad.
Para aquellos que gusten de otras actividades diferentes al simple paseo, el festival también permite subir a algunas de las esculturas y bajar de ellas a través de toboganes de hielo de diferentes alturas y formas
Y hasta de una discoteca con tarima para los que quieran entrar en calor pegándose unos bailes.
Las vistas desde lo alto tampoco desmerecen en absoluto.
Y ya que también es festival de esculturas de nieve es posible encontrar figuras como estos gigantescos budas de más de 4 metros de altura.
Aunque de lo que no queda duda es de que es todo un espectáculo multicolor.
Para aquellos que vengan a Harbin fuera de temporada es posible visitar un pequeño museo en Zhongyang dajie – 中央大街 en el que poder ver algunas esculturas e incluso tirarse por un pequeño tobogán.
PD: Si vais al festival grande y queréis sacar fotos, llevaos muuuuuchas baterías, pues con el frío que hace la cámara se queda “seca” a nada que saques 10 fotos.